Si es la primera vez que cuida a su mascota, es posible que no note los primeros signos de que algo anda mal con su mascota. Tiene un comportamiento extraño, no come, es más pegajosa de lo normal. Cuidado. Esto puede ser una señal de que tu perra está embarazada. Ten en cuenta que el embarazo de una perra es una cobertura importante para ella, pero también muy delicada y necesita una serie de cuidados.
Evidentemente, si tu perra está esterilizada, no podrá engendrar descendencia. Sin embargo, a veces, las perras pasan por embarazos falsos que imitan a los reales. Este estado se conoce con otros nombres como pseudogestación, falso embarazo, embarazo psicológico o falsa gestación. No es una enfermedad, sino algo natural que en ocasiones le puede pasar a tu perro. Puede ocurrir uno o dos meses después del celo y que en casos muy raros podría generar un problema de salud.
Para detectar si tu mascota está embarazada o no a continuación te vamos a dar una serie de indicaciones con las que podrás observar aquellas señales que te ayudarán a saber si tu perra está esperando cachorros o no. No obstante, si quieres salir de dudas o tener sospechas, se recomienda acudir al veterinario. Recuerda que si efectivamente está embarazada, necesitará una serie de cuidados.
¿Qué necesitas saber si una perra está embarazada?
Observa mucho a tu perro.
Sigue las instrucciones de abajo.
En caso de estar embarazada, acudir al veterinario para realizar las pruebas pertinentes (ecografías, radiografías…).
Instrucciones para saber si una perra está embarazada
Presta especial atención a los hábitos alimenticios de la mascota. Si su apetito disminuye o no muestra mucho interés en su comida favorita, esto podría ser una indicación de que la perra está embarazada. Es conveniente que lo lleves al veterinario para que lo revise porque puede ser un indicio de embarazo o un problema de salud de tu mascota.
Es posible que tenga náuseas como una mujer.
Controle el flujo vaginal, que es un signo común de embarazo. Notarás que será de un color rosa claro porque se está preparando para albergar a sus cachorros en su interior.
Al igual que en las mujeres embarazadas, la perra también cambiará su aspecto físico. Ella está preparando su cuerpo para mantenerse joven después. Típicamente, estos tipos de cambio ocurren:
Compruebe si su estómago ha comenzado a crecer. Aunque no será evidente hasta la cuarta semana de gestación.
Esté atento a los pezones inflamados. Ese bulto no es muy grande al principio, por lo que puede pasar desapercibido si no te fijas bien.
Los pezones empiezan a tomar un color rosado más fuerte de lo normal y también un poco más abultados. Los pezones suelen hincharse preparándose para amamantar a las futuras crías.
Con el paso de las semanas, tu mascota irá subiendo de peso. Porque aunque no comas al principio, este comportamiento irá variando y empezarás a comer el doble.
Busque cambios de comportamiento. Con el embarazo, el animal se volverá perezoso, ya no tendrá ganas de correr ni de jugar como hasta ahora. Notarás que está más agotada, fatigada o apática, duerme más horas de lo habitual. Esto se debe principalmente a los cambios hormonales que está experimentando. Es recomendable acudir al veterinario para que compruebe que la gestación de tu mascota es la correcta, y si no es así porque está embarazada el especialista puede realizar las pruebas necesarias para determinar la causa del comportamiento del animal.
Una mujer embarazada puede volverse más cariñosa de lo habitual. Se pega más a ti, quiere que la acaricies constantemente… Sin embargo, ha habido casos en los que sucede lo contrario, que el animal se vuelve más hosco y no quiere ni que lo toques. Dependerá de la confianza que tengo contigo. Esta puede ser otra indicación de que estás esperando cachorros.
Controla el vientre de tu mascota. Cuando la gestación está más avanzada, alrededor de un mes, puedes sentir su vientre y sentir a los cachorros. Ten en cuenta que con tantos cambios en su organismo y carácter, debido a su estado gestacional, puede darse el caso de que tu mascota se niegue a que le toquen la barriga.
Cuando la llevas al parque siempre suele juntarse con otros perros, es decir, socializar. Ahora, en cambio, se aleja del resto de perros, como si quisiera estar sola. Eso es porque las perras gestantes buscan tranquilidad y por eso algunas prefieren estar solas.
Otra señal de su embarazo es que comenzará a hacer un “nido” donde dará a luz a sus crías y las amamantará.
Si has seguido estas instrucciones, pero aún no estás seguro de si está embarazada o no, lleva a la perra al veterinario lo antes posible. La apatía y la falta de hambre pueden ser síntoma de otras enfermedades que el animal pueda tener en ese momento.
Llévala a los controles que te indicará el veterinario para evitar problemas en el parto.
Por último, no olvides que tu dieta cambiará una vez que confirmes que estás embarazada y, sobre todo, dale mucho amor a tu mascota.
Mira y analiza las posturas de tu perra y con estas también sabrás identificar el momento en que comenzará a estar embarazada.
Consejos para saber si una perra está embarazada
En ocasiones, al cabo de unas semanas la mascota vuelve a comer con apetito para recuperar lo perdido durante los primeros días.
Unos días antes del parto, comenzará a salir leche de los pezones. Este es un aviso de que ya queda poco para que dé a luz.
Durante el embarazo, la temperatura corporal de la perra podría aumentar. Esto es algo normal como consecuencia del embarazo y también un indicio de que darás a luz muy pronto.
A veces, un embarazo es difícil de detectar. Para asegurarnos de que está embarazada o no, podemos llevar a la perra al veterinario. Un simple análisis de sangre y una ecografía te darán la respuesta.
Durante el embarazo se recomienda que la futura madre sea alimentada con pienso especialmente preparado para mujeres embarazadas. El veterinario te dirá que tienes que variar su dieta ya que ahora tiene que alimentarse sola y a los pequeños que lleva en la barriga. Por eso te aportará los complementos alimenticios (vitaminas, minerales) que tienes que darle al perro.
La duración del embarazo suele rondar los dos meses y una semana, aunque en ocasiones puede durar unos días menos o más. El número de días de embarazo es el mismo para todas las razas. En concreto, suele oscilar entre 58 y 67 días, aunque la duración media es de 63 días. Ten en cuenta que los perros de razas pequeñas suelen tener una gestación un poco más larga que los perros de razas más grandes.
Recuerda que durante el tiempo que esté embarazada necesitará estar en un ambiente tranquilo e incluso puedes asignarle una habitación para ella sola. El objetivo es que te sientas cómodo y seguro.
Los veterinarios recomiendan realizar al menos dos ecografías durante el embarazo. Las pruebas que suelen hacer son: ecografía a la tercera semana para ver si todo va correctamente, auscultación al mes para escuchar los golpes de las crías, radiografías para detectar dónde se colocan las crías y palpaciones en el abdomen.
Como último consejo, ve pensando si te querrás quedar con la descendencia o no. En caso de que no quieras quedártelos, busca dueños que quieran adoptar un perro y así evitar que aumente la tasa de perros abandonados, sacrificados o en centros de protección.
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