La primera vez que un animal llega a casa es una expectativa. Todos quieren acariciarlo, levantarlo, jugar con él. Pero también hay que educarlo. En el caso del perro, tener un jardín ayuda mucho, porque tiene un espacio para correr y eso también te da la tranquilidad de que el cachorro estará seguro porque no lo atropellará un auto o no se escapará. , o acabar en la calle perdida. Pero tanto si tienes un piso, una casa con jardín te encontrarás con el mismo problema: educar al perro. Tendrás que enseñarle a obedecer pequeñas órdenes y sobre todo, enséñale a no orinar dentro de casa. Es un auténtico quebradero de cabeza cuando nos levantamos por la mañana o llegamos a casa, donde el perro se ha quedado solo unas horas, y vemos que el perro se ha orinado por todas partes. El suelo está mojado y el olor de la casa es bastante fuerte y desagradable.
El momento ideal para entrenar a un perro para que orine en un lugar determinado es cuando tiene entre siete y ocho semanas y media de edad. No te preocupes si tu perro es mayor, aprenderá pero el aprendizaje será mucho más lento.
¿Qué necesitas para evitar que los perros orinen en casa?
Paciencia.
Diluvio.
Papel absorbente o de cocina (algunas personas usan periódico).
Bolsas para recoger heces.
Instrucciones para evitar que los perros orinen en casa
Cuando la mascota llega a casa por primera vez debemos poner un remojo para desahogarlo en el mismo lugar.
Elija un lugar para que el perro haga sus necesidades. Nunca lo cambies. Debe estar lejos del área para comer y dormir.
Impregnar el absorbedor. Moja el remojo con la orina del cachorro. Esto le dirá al cachorro dónde hacer sus necesidades.
Debemos indicarle a la mascota que tiene que ir al baño una vez que haya terminado de dormir para hacer allí sus necesidades y así cuando tenga que volver a hacer sus necesidades huela que ha hecho sus necesidades allí y utilice siempre el mismo lugar defecar
Vigila al cachorro después de comer porque a los quince o treinta minutos suelen tener ganas de orinar.
Cuando el perro parezca tener ganas de hacer sus necesidades, llévelo al absorbedor, déjelo olfatear. Cuando detectes que ya va a orinar o defecar, dale la orden: “aquí”, “pipí” o una palabra similar que sea breve, firme y siempre igual.
Quédate a su lado hasta que termine. Cállate y no lo mires. Quédate quieto a un metro de él.
Tiene que ser recompensado si lo hace bien.por ejemplo acariciándolo efusivamente como si el animal hubiera hecho la cosa más maravillosa del mundo o puedes darle una golosina que le guste.
También ríete cuando no lo hagas correctamente, sino cuando lo pilles con las manos en la masa, es decir, en el mismo momento en que el perro se dispone a orinar o defecar donde no debe. Ríete de él con un fuerte “no” para interrumpirlo. Y luego lo llevas al lugar que le has asignado para ello.
Tu perro ya tiene asociado orinar en un lugar concreto y además tiene premio por ello.
En el caso de que queramos que hagas tus necesidades fuera de casa, por ser ya mayor de edad, tienes que repetir la misma operación. Siempre a la misma hora debemos sacarlo de casa y pedirle que haga sus necesidades fuera de casa. Los perros necesitan una rutina y esto hará que se acostumbren a ella.
Cuando ha hecho sus necesidades debemos recompensarlo. Al principio te daremos el premio a medida que vayas acabando, luego ese premio se irá espaciando y te lo daremos cada vez más cerca de casa. Y al final te lo daremos cuando llegues a casa.
Habrá que sacarlo cada 3 o 4 horas para caminar u orinar. De esta forma, no tendrás tiempo de orinar dentro de casa.
Y poco a poco el propio perro pedirá salir a la calle para hacer sus necesidades y ya no será necesario tener el remojo en casa.
La idea es reducir gradualmente sus salidas de 3 a 4.
Consejos para evitar que los perros orinen en casa
Tenemos que tener en cuenta que el animal no sabrá dónde tiene que hacer sus necesidades, así que lo primero que tenemos que tener es mucha, mucha paciencia. Recuerda que si es un cachorro, aún es pequeño y que al igual que los humanos, necesita tiempo para aprender y asimilar las órdenes.
Si el perro ha orinado donde no debe, utilice un papel absorbente para limpiar y luego use el detergente. Pero siempre retirándolo con el papel de cocina, nunca con mopa o fregona. Si lo limpias con la fregona. Con esto, lo único que haces es esparcir el olor a pis por toda la casa. Esto confundirá al cachorro porque volverá a buscar el olor donde orinó para volver allí y le será difícil encontrarlo si el aroma está por todas partes.
Se recomienda reducir el espacio donde el cachorro puede moverse. Evita que camine por la casa. Estás generando más oportunidades para que orine fuera de lugar y, por otro lado, estás generando que su aprendizaje sea mucho más lento. Si limitas el espacio, será más fácil evitar que orine por cualquier lado y atraparlo en franganti si lo hace fuera de lugar.
Evite tener alfombras y superficies que sean similares al remojo para evitar confundir al cachorro.
Si observas al cachorro detenidamente al final aprenderás que hay ciertas posturas, olfateos repetidos que indican que el perro tiene ganas de orinar.
Es muy importante mantener la rutina.
Si el animal va a estar muchas horas solo en casa o se va a alterar la rutina, es recomendable dejar el remojo.
Cuando hace pipí, utiliza como premio el que más le gusta al perro. Eso hará que te esfuerces por hacerlo donde debes.
Si no estás en casa, y el perro sigue orinando fuera del lugar que le has preparado. Tendrás que limitarle el espacio para que no pueda andar por la casa. Para ello puedes utilizar algún tipo de jaula o valla donde el perro pueda permanecer hasta tres horas. Esto no será necesario si hay otra persona que te está ayudando a educar al perro.
Hay que estar atento al comportamiento del perro para que en cuanto intente orinar fuera del lugar se pueda corregir.
Cuando lo lleves a orinar afuera, trata de mantener el lugar cerca de casa. No tiene por qué ser un lugar amplio, puede ser una terraza. Recuerda que cuanto más cerca esté el sitio elegido, más fácil será llegar a él, especialmente en los duros días de invierno.
Si tu perro defeca fuera de casa, recuerda recoger las heces. Para hacer esto, lleve bolsas con usted. Uno para que introduzcas la mano con la que recogerás lo depositado en el suelo por el perro y en otro pondrás las heces que ya tiene en la mano. Luego cerrarás la bolsa y la tirarás a la basura.
En algunos parques existen lo que se denomina pipican o áreas habilitadas para perros en zonas urbanas. Suele ser un poste rodeado de arena y suele tener una extensión de 3 a 4 metros. Además, acudir a estas zonas caninas te permitirá socializar con otros perros.
