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Al educar a un perro es importante buscar entrenamiento positivoaunque en muchos casos no es fácil conseguir el objetivo, sobre todo cuando se aprecia que los animales empiezan a tener comportamientos no deseados.
En esos casos, es común que muchas personas decidan optar por castigar y regañar a sus perros, sin saber que los métodos no son adecuados. De hecho, en muchas ocasiones regañar al perro es contraproducente y tiene un efecto contrario.
En este sentido, debemos tener en cuenta que Hay 5 errores comunes al regañar a un perro. Por ello debes intentar evitarlas por completo para conseguir los mejores resultados, además de que te indicamos una serie de consejos al respecto.
Regañar al perro en el momento equivocado
Uno de los errores más comunes cuando educar a un perro es regañarlo en el momento equivocado. Muchas veces el error de regañar al perro se comete una vez transcurrido un tiempo prolongado del mal acto, y esto no tiene sentido ya que es contraproducente.
Principalmente esto se debe a que el perro no podrá asociar el “enfado” con lo ocurrido horas o muchos minutos antes, lo que le hará sentir más desconfianza hacia su dueño.
Si optas por regañar al perro fuera de tiempo verás que esconde la cola, se esconde o se relaciona, además de bajar las orejas y tomar una actitud con la que pretenden que lo hagas. deja de regañar. No tiene sentido hacerlo si no es en ese mismo momento, como ya hemos dicho, ya que no es el momento adecuado y no podrán asociarlo.
Excesos a la hora de regañarlo
Otro error común en este sentido es excederse a la hora de regañar, algo que siempre es perjudicial, independientemente del motivo. Tú deberías evitar usar la violencia, evitar gritándole, y también empujándolo. También deberías evitar usar collares eléctricos.
Además, no conviene que la situación se prolongue, ya que genera gran estrés y ansiedad. En los casos más graves puede acabar desencadenando miedos o conductas agresivas. Lo hacen como una forma de respuesta al castigo excesivo.
De esta forma, durante su aprendizaje es recomendable optar por un buen comportamiento y actitud para evitar ser contraproducente en la formación.
Aproximarlo a heces u orina.
Otro error común con respecto a la educación de la mascota es acercarla a su orina o heces cuando defecan en casa o en un lugar no indicado. Son muchos los dueños que lo hacen, y aunque son situaciones desagradables, no es el método para educarlo.
El perro, en ese caso, asociará las heces y orina con iraque en algunos casos puede hacer que termine comiendo sus heces, para que trate de evitar tu enfado. Esto también puede conducir a problemas de estrés y otros problemas de salud.
No debe utilizar este método y debe optar por seguir algunos consejos educativos basados en el refuerzo positivo. Regañar no funciona y solo desencadenará problemas de salud o de actitud.
Prevenir gruña
Los perros no pueden comunicarse con palabras, por lo que lo hacen a través de ladrido o gruñendo. Se les suele regañar por ello, pero realmente es la forma en que los animales comunican su malestar (con el gruñido), ya que a través de él pueden advertir a otra persona o animal que no se acerque o deje de hacer algo que no le gusta.
No debes regañarlo por ello, ya que le estarás indicando que no debe gruñir, lo cual es una advertencia. Esto puede acabar provocando que, en lugar de hacerlo, el perro opte, en futuras ocasiones, por actuar directamente, morder a otra persona o perro. Por lo tanto, no debes evitar que gruña, ya que es simplemente una advertencia.
Falta de actuar consistentemente
Otro error común es no ser consistente al actuar con la educación del animal. No es posible tener inconsistencias a la hora de educar a una mascota. Esto se puede apreciar, por ejemplo, cuando le regañas por subirse a tu cama, pero a los pocos días le animas a que lo haga.
Es importante que le dejes claras a tu perro las pautas que necesita para que sepa cómo comportarse en todo momento. Del mismo modo, todos los miembros del hogar debe mantener la misma actitud, ya que de nada servirá que una persona establezca reglas si luego otro miembro de la familia le hace actuar de manera totalmente opuesta.
Por ello es muy importante que todo el núcleo familiar siga las mismas normas a la hora de educar a tu mascota.