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Adiestramiento canino tradicional

by Ignacio Ferrer

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Adiestramiento canino tradicional

Algunas personas tienen mascotas con un cierto propósito. Unos por compañía y otros por necesidad, como es el caso de los que tienen perros. Dado que estos animales tienen grandes habilidades para aprender y obedecer ciertas órdenes, son entrenados para ayudar a sus dueños a realizar ciertas actividades.

Por ejemplo, existen perros guía que se encargan de dirigir el paso de una persona con discapacidad visual. También hay perros que tienen la capacidad de actuar en situaciones de desmayo o convulsiones. Otros se encargan de avisar a su dueño cuando hay una bajada de azúcar en sangre, etc.

El éxito a la hora de realizar estas tareas depende del adiestramiento que haya recibido el perro. Ya que, por naturaleza, no está capacitado para dar este tipo de respuestas. De ahí la importancia de dedicar tiempo a darles la necesario capacitación.

Hay razas específicas que pueden recibir dicho entrenamiento. Otros pueden recibir uno más básico, que permite que la mascota obedezca órdenes como sentarse, ladrar, rodar por el suelo o recoger un objeto. También haz tus necesidades en el periódico o mientras te dan un paseo.

En realidad, tener un perro adiestrado puede tener muchos beneficios para tu amo, ya que hace las cosas más llevaderas mientras la mascota vive. Pero, es importante saber que existen diferentes tipos de adiestramiento canino.

Esta vez estaremos hablando de adiestramiento canino tradicional. Estaremos compartiendo contigo qué es, cuáles son las ventajas que ofrece y sus desventajas.

Así que, al final de esta lectura, podrás decidir si eliges o no ese tipo de adiestramiento para tu perro. Recuerda que, al final, eres tú quien tiene la última palabra. Simplemente nos limitamos a darte la información que necesitas saber. Veamos qué es.

Instrucciones

El adiestramiento canino tradicional consiste en enseñar al perro a obedece las órdenes mediante el miedo, el castigo y la intimidación. A veces se coloca una especie de dispositivo que provoca dolor. Por ejemplo, un collar o algún otro objeto similar.

El collar puede darte descargas eléctricas. Puede tener púas o puedes colgarlo cuando tiras de la correa en la que está sujeto. Lo hacen porque consideran que los perros son resistentes al dolor y que es un método muy efectivo. Tal vez lo sea, pero la mascota, si pudiera hablar, no pensaría lo mismo.

Por supuesto, este tipo de entrenamiento no siempre se realiza utilizando este tipo de elementos. A veces sólo se utiliza la fuerza física. Es decir, se le da un golpe o algún otro castigo similar. que inflige dolor.

Esto se hace cada vez que el perro comete un error, lo que ocurre muy a menudo en la fase inicial del adiestramiento. Es cierto que ni siquiera el perro tiene claro lo que se le pregunta. Sin embargo, a pesar de eso, es castigado haciéndole daño como se indicó anteriormente.

De esta forma, el perro siempre siento miedo y lo hare lo que se pide rápidamente por miedo al daño. Cabe señalar que los perros no razonan por lo que no saben muy bien por qué son golpeados una y otra vez. Simplemente obedece para no ser castigado.

Por otro lado, con este tipo de adiestramiento el perro no disfruta del proceso de aprendizaje. De hecho, él nunca entiende del todo que ordenes tiene que llevar a cabo. Solo se enfoca en hacer todo lo que está a su alcance para evitar ser castigado.

Incluso, con el tiempo, el perro puede volverse agresivo, querer defenderse y acabar atacando al adiestrador, que es quien le hace sufrir constantemente. Por lo que este tipo de adiestramiento canino no es el más recomendable.

Hay quienes piensan que se puede aplicar el entrenamiento tradicional sin causar tanto daño. De hecho, muchos expertos lo hacen pero el aprendizaje sigue estando basado en el refuerzo negativo.

Afortunadamente, cada vez son menos las personas que se ponen del lado de este tipo de adiestramiento canino. Por eso ha quedado atrás por el paso del tiempo. Pero ¿cuáles son sus ventajas? Vamos a ver…

¿Que necesitas?

Como principal ventaja podríamos decir que el perro aprende a ejecutar órdenes muy rápidamente. Además, casi siempre, en la mayoría de los casos, escucha y no se equivoca cuando se le pide que haga algo.

Este tipo de formación tuvo sus orígenes durante la Primera Guerra Mundial. Era el método utilizado por los militares para entrenar a sus perros para el combate. Continuó aplicándose durante la Segunda Guerra Mundial hasta que, dada su eficacia, se extendió por todo el mundo y se utilizó para el adiestramiento de perros domésticos.

Dado que el perro obedece por razones equivocadas, es decir, miedo, nunca verá al humano como su familia o como un amigo. Por el contrario, reforzará el papel de amo y esclavo y siempre tendrá miedo.

Es cierto que al utilizar el adiestramiento canino con refuerzo positivo, el aprendizaje será más lento. Sin embargo, hay que tener en cuenta las ventajas que ofrece. Por ejemplo, los perros estarán mucho más cómodos y relajados.

Además, harán lo que se les pida por la felicidad de haberlo hecho bien y no por miedo a ser castigados o sentir dolor.

Por otro lado, debemos tener en cuenta que, si se utiliza el adiestramiento canino tradicional, el perro olvida las ordenes anteriores como se enseñan nuevas porque no las interiorizará, pero, como decíamos antes, lo hará a modo de protección, para no sufrir más daños.

Así que no tendrás ningún interés en aprender cosas nuevas. ¿Y cómo sientes algún tipo de interés si sabes que serás castigado de alguna manera si no obedeces o si lo haces mal?… En otras palabras, aprender será sinónimo de ser castigado.

Este tipo de entrenamiento fomenta la agresividad en los perros, recuerda que este era el propósito para el que se usaba en el pasado, es decir, para atacar al enemigo en la guerra. El perro puede identificar a la persona que lo está entrenando como su enemigo. Es un riesgo que debes analizar si quieres correr o no.

Por otro lado, el castigo que se le aplica al perro, le produce grandes niveles de estrés y ansiedad, por lo que no será feliz el resto de su vida sino que vivirá con miedo, ¿a quién le gustaría vivir así?… Seguramente nadie.

Ahora, que se debe tener en cuenta al entrenar a un perro? Hablaremos de ello en el siguiente subtítulo. Por eso te aconsejamos que prestes mucha atención porque es tanto de tu interés como del de tu mascota.

Consejos

Cuando decides adiestrar a un perro, el propósito es pasar tiempo con él, disfrutar juntos y hacer todo lo posible porque ninguno de los dos sintiendome frustrado con los resultados del aprendizaje, sean malos o no tan malos.

Para los perros, la cara de felicidad de su adiestrador por haber hecho lo que le pedía es mucho más valiosa que haber ejecutado la orden en sí. En otras palabras, disfrutará aprendiendo cosas nuevas para hacer feliz a su dueño. ¡Qué noble motivo!

Si ves a tu mascota como parte de tu familia, nunca, por nada del mundo quieras hacerle ningún tipo de daño. Al contrario, lo tratarás con el mismo amor con el que se trata a la familia y él sabrá recompensarte por ello.

Aunque no es fácil enseñar a un animal a hacer ciertas cosas, puedes hacer que los perros se sientan cómodos y no miedo de ser castigado.

Es importante que tengas especial consideración con los perros que han sido adoptados. Estos también pueden ser entrenados. Sin embargo, desconocemos por completo el tipo de trato que recibió en el pasado.

Su experiencia puede ser fundamental para determinar si aprenderán o no ya qué ritmo. Recuerda que, así como cada persona es diferente entre sí, los perros también son diferentes.

Su carácter varía mucho dependiendo de su raza. Por ejemplo, los perros que suelen adiestrarse con más comodidad son los golden retriever, los pastores alemanes y el dóberman, entre otros. De hecho, son este tipo de perros los que se utilizan como perros guía o de ayuda para personas con discapacidad.

Es cierto que, como apuntábamos al principio del artículo, eres tú quien decide qué adiestramiento canino utilizar y cuál no. Nadie puede elegir por ti. Sin embargo, algo que te ayudará a decidir bien es usa la empatía con tu perro.

Esto puede parecerte absurdo pero la verdad es que todavía es un ser vivo y como tal merece ser tratado con amor y dignidad. Pregúntate a ti mismo: ¿Me gustaría ser tratado agresivamente? ¿Me gustaría vivir con miedo todo el tiempo? ¿Disfrutaría de la compañía de alguien que no me demuestra afecto?

Al reflexionar sobre estas preguntas tú decidirás si utilizar el adiestramiento canino tradicional O no.

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